Afecto: El cariño y la compañía son nuestro lenguaje y es lo que nos permite que nuestros centros funcionen con fluidez.

Autoestima: Promocionamos que sientan que sus intereses, inquietudes y opiniones sean valorados y útiles en la vida de la Residencia.

Compromiso: El compromiso, la transparencia y el rigor con los que se mueven todos los profesionales de la Residencia queda evidente en su conducta y forma de actuar.

Entusiasmo: Creemos en lo que hacemos. Nuestro entorno de trabajo es motivador, de colaboración, de apoyo mutuo y generador de confianza.

Integración: Ayudamos a fomentar la capacidad de relacionarse e integrarse con los demás en su nueva situación personal.

Intimidad: Nuestros residentes saben que su independencia y la de sus familiares esta siempre a salvo de la curiosidad extraña, ofreciendo unos cuidados personalizados y dignos y favoreciendo la realización plena.

Respeto: Con respeto, calidez y cercanía así tratamos a las personas que cuidamos.

Seguridad: Hacemos que nuestros mayores se sientan seguros cuando comprueban que sus necesidades están cubiertas.